Camboya

En este lugar nació este blog que doy a conocer con el nombre de: “Viajar”.

Hoy muy lejos de allí, en Argentina-Sudamérica, con mucha nostalgia pero con placer mi mente sobrevuela aquel rincón de Asia para que mi corazón descargue sobre mis manos lo que quiere que  escriba para vosotros.
A continuación en el mapa destaco con marcas rojas y letras azules los sitios de interés turístico

Sin una residencia estable y viviendo la vida, día a día, en distintos escenarios alrededor del mundo: en el año 2011 este país fue mi favorito.  Innumerables buenos momentos de 2 meses en aquel sitio hicieron que marchase planificando volver. Yo soy uno que para permanecer más de unos pocos días en el mismo lugar es necesario que me divierta porque cuando me aburro, siento que mi vida se agota y mi espíritu está muriendo. Entonces, saltan todas las alarmas y escapo.

Pero aquí sucedió lo contrario y detrás del siguiente enlace: “Una sorpresa en Camboya”, les dejo una anécdota para que se vayan ambientando.

¿Les gustó, ¡verdad!?

Ese elefante y una pequeña colina de nombre Wat Phnom, donde hay un templo y es el lugar donde nació la ciudad, es lo único que me resulta familiar desde aquella primera vez. Antes había también un lago pero lo taparon y bien que hicieron porque ya apestaba en aquellos tiempos.
Frente a la ciudad confluyen dos ríos; el Sap que al norte se encuentra  con el lago Tonlé Sap -mayor reserva de agua dulce del sudeste asiático- y el Makong. Con menos de 100 dólares y 3 días a disposición pueden coger un tour que navegando este último curso de agua, con interesantes paradas intermedias, les llevará a  Saigón  - Ho Chi Minh.
El punto verde es el monte que menciono
anteriormente y más allá pueden
ver el lago desaparecido

De noche me gusta que la música penetre por mis oídos y erice mis bellos, me apetece conocer gente, también, el desafío e insisto en la idea de que es importante mantenerse en buena forma porque este es el estado que sostiene los pilares donde se apoya nuestro palacio de autoestima.
Cuando el sol se va a la cama cierran los mercados, se desmontan los puestos callejeros y las calles quedan vacías. Pero salpicadas aquí y allá por la ciudad hay zonas capaces de transformar la oscuridad en color. Tengo mucho que comentar al respecto pero me voy a detener el inicio para dejar que el resto lo descubran ustedes. Aquí  cada uno va encontrar lo que ande buscando y si está dispuesto a gastar dinero, no mucho, en Camboya va a ser el Rey o la Reina de la noche. Cuando uno llega a un sitio nuevo el primer paso es el más difícil. Por esta razón a los varones les digo que es una buena idea empezar la noche en un local muy curioso que se llama: “Matiné”, donde estoy seguro de que van a encontrar todas las herramientas para construir sus redes. No quiero dejar este tema sin equilibrar la balanza y en afán de hacerlo le digo a las muchachas que deben esperar a después de medianoche, cuando la discoteca de nombre Patong, bulle. De todas maneras, si salen más temprano en toda la zona hay bares muy bien preparados donde matar el tiempo. ¡Qué se diviertan!




Una seguidora, con gustos distintos, después de ver estas fotos me preguntó: "¿Como te puede gustar eso?". Y yo respondí que el sitio tiene su encanto, pero de todos modos cansa y después de un tiempo  por diversos motivos es necesario coger distancia. 

En todo el país se nota una cierta aceleración del desarrollo; dicen los no amigos de Camboya que esto se debe a la facilidad que encuentran los extranjeros para blanquear grandes capitales. Yo, les digo que el progreso es fruto del sacrificio del pueblo y estos mismos me responden que los camboyanos son unos haraganes.  Dejando estas cuestiones de lado quiero homenajear a esta gente que recién ahora está empezando a olvidar aquella larga Guerra Civil de Camboya que aunque con la ayuda vietnamita terminó 1980 la guerrilla de los Jemeres Rojos se mantuvo activa por casi otras 2 décadas dejando un total de cientos de miles de muertos. No quiero culpar a nadie pero les invito a seguir los anteriores enlaces de fuentes importantes para ver donde nace la culpa y el desarrollo de este desastre.
Volviendo a la actualidad a los viajeros les comento que las carreteras son muy estrechas para tanto tráfico y hay tramos donde viajar resulta insoportable. Entonces con paciencia seguimos.
Rumbo al sur, el camino nos lleva al mar. Algo más de un centenar de kilómetros de costas encierra un buen puñado de sitios tranquilos, con aguas cristalinas y fondos coralinos maravillosos. Así es  koh Kong muy cerca de la frontera con Tailandia y otros poblados del lado opuesto en las proximidades con Vietnam. Pero permitan que evite esos sitios paradisiacos tranquilos y aburridos para llevarles a Sihanoukville. Una ciudad portuaria que posee playas y tiene unos habitantes sensacionales. En las inmediaciones hay un Parque Nacional Natural, una hermosa cascada, islas interesantes y arrecifes atractivos.
La gente de día acostumbra a alejarse de la ciudad en el afán de que su vista sea la única patrona de las olas pero yo con la playa que tengo a pasos del hotel estoy bien y durante las horas de luz hasta allí llega mi paseo.
De noche es preferible usar una moto porque los participantes son siempre los mismos pero dependiendo de la hora la actividad viaja de un sitio a otro.
Gente agradable, que llega de todo el mundo,  lugareños afectuosos, alojamiento económico, buena comida y diversión hasta las estrellas hacen de este sitio un edén.



De este set precedente les puedo decir que los calamares asados con salsa picante son exquisitos y con respecto a los huevos  que aparecen solo les puedo decir que están cocidos con el pollito dentro

De manera real o virtual quien llegó hasta aquí sin antes haber visitado Siem Reap en el norte del país está obligado a ir en esa dirección. Si van hacia allá en autobús, además de padecer los inconvenientes, van a demorar un día completo. Sé que muchos de los que recorren estas tierras están dispuestos a hacer sacrificios por ahorrar algo de dinero pero de todas maneras les comento que este trayecto en avión es muy económico. Ustedes viajan y yo que no me animo a hacerlo -aquí mismo- les voy a entregar el resto del trabajo para que lo lean en el camino. Lo van a encontrar  destacado con letras color lila al final de la presentación del siguiente enlace: “Les invito a que meacompañen en un viaje maravilloso”.

Digo que tengo miedo a seguir con ustedes porque Yo que tuve la suerte de ver el Complejo Monumental de los Templos de Angkor Wat, en sus mejores tiempos tengo miedo de que el destino me juegue una mala pasada y meta en mi cerebro imágenes nuevas y no tan buenas como las que llevo en mis recuerdos.  
Ahora voy a comentar mi experiencia y después voy a subir para ustedes un grupo de fotografías históricas: "Después de una corta estancia a en Phnom Penh, partí rumbo al norte. Los Jemeres Rojos controlaban las carreteras, pero existía la posibilidad de llegar hasta Siem Riep navegando el río Sap. Entonces fui en una lancha rápida y regresé en un barco lento que transportaba cerdos y pasajeros. 
El conflicto tenía la ciudad a rebosar de
fabricantes de ataúdes 
Recuerdo que servían café hecho con agua caliente que pasaba por el producto molido contenido dentro de un calcetín viejo. A la época el pueblo de acogida era muy pequeño pero habían empezado a llegar turistas y para ellos se montaba una gran fiesta. En mi libro: "Sex Safari" cuento cosas de aquellas noches de 1995 en Siem Riep. Ahora con su permiso voy hablar un poquito de los templos. Antes como ahora hay que coger un boleto por un tiempo determinado, 1 o 3 días. Ocho horas para mí, fueron más que suficiente pero hay gente que necesita más tiempo.


No había agobio como ahora porque los asiáticos en aquellos tiempos no hacían turismo y hoy aproximadamente 1000 millones de almas están en marcha. Pero no era fácil y la prueba está en el ataque que sufrió la   embarcación que venía delante nuestro donde incluso  hubo un muerto. Nosotros podíamos visitar los templos pero  no llegar al sitio que muestra la fotografía precedente. Pero yo había llegado hasta allí y no había terrorista que pudiera impedir que llegue a ver esa maravilla. Para lograrlo había llegado con una postal donde se observaba la imagen y cuando encontraba a alguien la enseñaba y preguntaba. Así fue que haciendo preguntas llegué a un  campamento de soldados. Ellos no me entendían ni yo a ellos pero nos pusimos de acuerdo, una docena de hombres alzaron kalashnikov,  lanza misiles y armados hasta los dientes me llevaron a verla. ¡Flores de la vida que aparecen al costado del camino!



Hoy los estoy sofocando con enlaces; el siguiente  conduce a otro trabajo mío que intenta hacer fuerte la conciencia de todos para que los malos cambien. Minas antipersonales

Dos momentos distintos en 1995 mi viaje continuó por Vietnam y en el 2011 por Laos. Ahora si siguen conmigo les toca a ustedes elegir tiempo y camino.

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