Turkmenistán

La visa me concede 5 días para cruzar el país, el tiempo es suficiente. Paso de un sitio a otro y veo que las costumbres no varían y los problemas tampoco. Aquí también cosechan algodón, envenenan el suelo con pesticidas y desvían los cursos de agua que tan bien le hacen al Mar Caspio. Durante siglos Turkmenistán formó parte de la provincia persa de Jorasán, pero en el siglo XIX fue anexionada por Rusia y en 1924 se convirtió en una república soviética hasta finales de siglo XX cuando con la disolución de la URSS logro su independencia. Los países que ponen tantas pegas para dejar que uno de afuera les haga una visita me están antipáticos pero para equilibrar la balanza encuentro un poco de la diversión que echaba en falta. 

Un camino que une dos fronteras donde voy a hacer un par de paradas intermedias. En el mapa siguiente se aprecia el cruce del país y la extensión desde la ciudad de María a Tagtabazaar




La primera en María, también conocida como Mary, Meru o Margiana y la segunda en Ashgabat la capital. María es otra que recibe los azotes del viento seco que viaja sobre el desierto de Karakum. La ciudad se levanta a orillas del río Murghab y esa razón hace que desde siempre la llamen literalmente oasis. Un punto estratégico provisto de agua fue la razón que durante la época de la Ruta de la Seda la hizo importante. Sé que el tema es un poco repetitivo pero les recuerdo que esta vieja carretera unía La Venecia de Marco Polo a la China de las Dinastías. La ciudad fue muy codiciada y esa razón determinó que sufriera acechos constantes; fue destruida y sus habitantes asesinados. Abandonada y reconstruida, cabe destacar que ya no ocupa su lugar original. 


Aquí descubro que a un puñado de kilómetros hacia el sureste, muy cerca de la frontera con Afganistán, se encuentra Tagtabazaar donde se localiza una cueva espectacular tallada con hacha sobre roca de arenisca que no tiene análogos en otro sitio. Me dicen que la llaman “Ekedeshik - Cueva ciudad”. La obra posee una sola entrada y sus orígenes son un misterio pero hay diferentes versiones acerca de quien la construyó.


Algunos atribuyen la hazaña al ejército macedonio y otros a grupos budistas. La cueva se utilizaba como vivienda y dentro hay bloques de habitaciones donde se aprecian: dormitorios, cocinas y otros recintos de una casa. El espacio consta de dos niveles; en la parte inferior funciona la cisterna donde la gente recogía agua para sus necesidades y en la parte superior hay 44 salas. 

La visita, por cierto exquisita, hace que me invada una alegría, entonces, me detengo y pienso: “¿Cómo llegué hasta aquí? 
Podría responder que son cosas del destino pero prefiero decir que lo hice frotando la lámpara. Ashgabat El tiempo se agota y el paso por la capital me regala una noche para el recuerdo, lo demás es un mero trámite, hospedarme, desarmar y armar la mochila y buscar un transporte. Fueron 2 meses durísimos y cuando mi cuerpo todavía camina por Asia Central mi mente ya vuela por Extremo Oriente. 

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