Rumanía

Llegué a este país procedente de Hungría y descendí en la capital en la Estación del Norte. Pero antes de llegar me ocurrió una cosa muy curiosa. En aquellos tiempos pocos ciudadanos del este hablaban más que su idioma y yo que llevaba días escuchando lenguas extrañas, de repente, fue como estar soñando. Venía con los ojos cerrados acomodado en un asiento de un compartimento para 6 pasajeros cuando descubrí que podía comprender lo que hablaban. ¡Qué alegría! El rumano es una lengua neolatina y uno que domina algo más que el italiano no encuentra dificultad con este idioma. Recuerdo que aquel día no iba a  tardar en poner en práctica mi reciente descubrimiento y aquí va otra anécdota.  “No tenía visado para visitar el país; llegaron los guardias, me pidieron documentos, les entregué mi pasaporte, encontraron el defecto, pactamos de inmediato, yo pagué, ellos sellaron y para dentro; un nuevo Estado se sumaba a mi lista de viajero.


Hacía poco tiempo que había ocurrido el golpe de estado que terminó de mala manera con el régimen de Nicolae Chauchescu. Había visto las escenas dramáticas de aquellos acontecimientos por la televisión y cuando empecé a recorrer la capital Bucarest encontré las cruces que marcaban los lugares donde habían caído los muertos.
Terrible; a partir de ese momento el país ha recorrido un largo camino, ingresó en la Unión Europea y se sumergió en un espiral de progreso. Todavía queda mucho por hacer, pero confiemos en que la educación prepare a las nuevas generaciones para que sean ellos los impulsores del éxito.
Steauade Bucarest, era un equipo modesto que había conseguido logros muy importantes, por esa razón, me hacía ilusión ir a ver la casa del campeón y recuerdo que un tranvía me llevó hasta la puerta de su estadio.

¿No sé a ustedes? Pero a mí Rumanía sobre el mapa que marca la ubicación de los sitios turisticos más relevantes me parece un pez




Aquí como en el resto del país viven muchas etnias y dentro de estos grupos bien definidos hay personas buenas y malas, como en todos lados, por esa razón os ruego que no generalicen cuando juzguen a este pueblo rumano que posee gente maravillosa. Yo les conozco y juro sobre mi vida que es cierto. Sigamos; la capital poco vistosa y con mucho tráfico todavía conserva los edificios gubernamentales y otros de origen soviético. En aquella época ya había buena juerga, realmente todo costaba tan poco que era el dinero el que hacía bella la fiesta.


    Sibiu

Que en alemán se llama Hermannstadt con el final de la Primera Guerra y la disolución del imperio Austrohúngaro, a pesar de tener mayoría alemana, pasó a formar parte de Rumanía.  Esta ciudad con un claro aspecto sajón por donde pasa el río Cibin poco a poco fue perdiendo su rebaño alemán que enfrentando miles de dificultades iba regresando a su madre patria. Pero por fortuna para este enclave transilvano sajón en el hoy centro geográfico de Rumanía un par de millares de alemanes resistieron y uno de ellos hoy es su flamante alcalde.



  Brasov

Es otra urbe importante que presenta un aspecto germano y que en su caso me hace sufrir por los sajones deportados a Rusia. Hoy la postal con que la ciudad se presenta al mundo aparecen la Plaza del Consejo, rodeada de edificios antiguos con techos de tejas donde destacan el ayuntamiento y la Plaza del Mercado, con su Iglesia Negra llamada de esta manera debido al incendio que sufrió 1689.




Esta ciudad a orillas del mar Negro de la que se conoce que fue una colonia griega bajo el nombre de Tomis cinco siglos a. C.  Hoy es el destino preferido por el turismo local, tiene el puerto más importante de la zona e incluso cuenta con un aeropuerto internacional. Además, de eso posee una vida nocturna de buena calidad —basta ver el nombre de sus afamados locales para comprobarlo—, restaurantes exquisitos y un casino.



Hay otros lugares para ver en Rumanía, mi mejor amiga y su familia que también es amiga mía, alemanes que vivieron en estas tierras, me hablaron de la belleza del Monasterio pintado de Bucovina y de las iglesias de madera. La comida es de mi agrado y por el estado de las carreteras y los vehículos que las transitan si van a conducir por el país, por favor, tengan mucho cuidado.

La imagen que aparece a continuación, pertenece al monasterio de Bucovina


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