Es
un lugar tan interesante como increíble. Es un extenso trozo de mundo duro de
recorrer pero la riqueza de su cultura junto a la belleza natural que este país
custodia lo hace digno de cualquier esfuerzo. Más allá de esto, repetir la experiencia
es cuestión de cada uno.
Este
segundo gigante asiático, por población solo por detrás de China, también
camina a pasos vertiginosos hacia el desarrollo. Por esa razón, hoy es mucho más cómodo, que no
hace muchos años, venir y desplazarse por aquí. En este lugar los medios
mejoran sin modificar demasiado las costumbres, y todavía hay sitios donde los
elefantes son los dueños de los caminos y los monos de los tejados
Atraído
por la curiosidad y siguiendo un destino procedente de Sri Lanka llegué a Trivandrum,
capital del estado de Kerala en el extremo sudoeste de la India. Este no es mi
primer viaje a este país pero permitan que divida en dos partes el territorio y
empiece mi recorrido donde la tierra, los cocoteros y el agua, que baja de las
montañas, son los artistas que pintan el paisaje.
El
Nacional Geographic Traveler ha colocado a Kerala en el grupo de los 50 lugares
de la Tierra que toda persona debería visitar a lo largo de su vida y yo de
corazón les deseo que lleguen a ver todo el mundo.
Volviendo a este sitio, también, conocido como: “La Tierra de Dios”, les comento que tiene un puñado de playas magníficas: Varkala, Kovalam, Kochi y muchas otras donde la marea baja estira la superficie de arena dejando un espejo maravilloso capaz de reflejar el rostro del cielo delante del mar. Y la marea alta permite que las palmeras más osadas bañen su cabellera en agua salada. En Kerala está muy difundida la disciplina yoga y otras actividades como comer en sus espléndidas casas de comida o recibir masajes tradicionales son regalos para el alma.
Alappuzha / Alleppey
También conocida como la Venecia India es una
tierra olvidada por el paso del tiempo, donde Los remansos, los canales y
algunos lagos forman una red fluvial que
bordeada de cocoteros se extiende por más de 1.900 kilómetros.
En
este paraíso aquellos que tengan el placer de navegar en una casa flotante —de
las tantas a disposición de los turistas—: la silueta de los pueblos, las
formas de los puertos antiguos de comercio, escuchar el trinar de los pájaros,
en la mañana, y dejar que el viento le traiga las voces de los niños de algún poblado
les hará entrar en un sueño perfecto.
Siguiendo
los ríos que remontan entre las montañas me alejo de Kerala y su Mar Arábigo en
busca del Golfo de Bengala sobre aguas
del Océano Índico. Pero cualquiera que coja este camino no puede seguir
adelante sin antes hacer un alto en esta antigua ciudad con sólidas bases culturales
y religiosas.
Aquí va a encontrar el templo: “Shree Meenakshi”, uno de los mayores y más importantes de toda India, poseedor de 12 torres puertas, cada una, de la altura de diez hombres en línea que custodian un interior privilegiado, El Santuario, el Estanque de los Lirios Dorados y otros. Pero el sitio en sí, es mucho más que un bello conjunto arquitectónico. Es un impresionante complejo de culto con espacios reservados a las cocinas y demás instalaciones necesarias para atender a necesitados y peregrinos.
Aquí va a encontrar el templo: “Shree Meenakshi”, uno de los mayores y más importantes de toda India, poseedor de 12 torres puertas, cada una, de la altura de diez hombres en línea que custodian un interior privilegiado, El Santuario, el Estanque de los Lirios Dorados y otros. Pero el sitio en sí, es mucho más que un bello conjunto arquitectónico. Es un impresionante complejo de culto con espacios reservados a las cocinas y demás instalaciones necesarias para atender a necesitados y peregrinos.
En
esta ciudad de poco valor turístico, también, conocida como Madras; de día pueden
ir a la playa, pasear por los mercadillos o ver algún templo. Sin mucho que ver
les recomiendo que reserven energías porque lo que la belleza que a este sitio
le falta durante las horas de luz aparece con todo su esplendor cuando el manto
de la noche cubre su franja horaria.
UNESCO |
La
India posee de la segunda red de ferrocarril más extensa del planeta y los extranjeros, en todas las grandes estaciones, disponemos de una
oficina exclusiva para comprar los boletos. Utilizando este sistema podemos asegurarnos
un sitio en un compartimento adecuado de lo contrario debido a la gran cantidad
de pasajeros deberíamos viajar como la mayoría, asilados y en condiciones
terribles.
Llegué
a Goa con ese medio y tengo planeado seguir utilizándole hasta el final del viaje. En esta antigua colonia
portuguesa el ferrocarril tiene varias paradas y Goa es muy extensa —100 kilómetros
de litoral marino—, por esa razón es recomendable llegar con el sitio escogido.
Ya en el lugar van a encontrar playas interminables con arenas que, según el
día, se muestran de color oro, cobre o incluso plata. Más allá de ese mundo de
granos de sabia el mar llega con una turbulencia turquesa y se retira saludando
con la espuma que dejan las olas. En la
playa un sinfín de cangrejos sale y entra a toda velocidad de sus pequeñas cuevas
y las conchas que esperan ser recogidas antes de que suba la marea son testigos
de sus alocadas carreras. Más allá de la zona de costa en el Viejo Goa,
Patrimonio de la UNESCO, las casas —a excepción
de la iglesia, que a pesar de que muchas
cosas cambien ella prefiere lucir de blanco— muestran un colorido característico
de la época colonial. La combinación de
la cultura portuguesa e hindú se traduce en una cocina exquisita con
productos de mar fabulosos y verduras frescas de huerta. Ríos serpenteantes y
montañas que descienden son el mejor complemento para este paisaje.
Goa
fue uno de los destinos de los hippis en los años sesenta. Después
el tiempo devoró sin piedad a esta tribu,
la música evolucionó y hoy Goa es la meca del Trance y uno de los lugares de
punta donde se celebran fiestas Rave. Así como en Ibiza el evento más
importante es el cierre de las discotecas aquí ese privilegio pertenece a la: “Celebración
de Fin de Año”. A estos dos lugares tan distintos con algunas cosas en común
llega gente de todo el mundo por lo que son, lo que representan y en especial
por las celebraciones antes mencionadas.
1 Indian rupee (Me gusta) |
La
zona Norte es la preferida de los jóvenes y entre la playa de Calangute y Baga,
el ambiente es extraordinario. Música en los chiringuitos de día calientan los
motores de las máquinas de las fiestas que se organizan durante los fines de
semanas en la misma playa. La diversión levanta pico de máximos, se pasea por
los locales de moda e incluso hay fiestas Rave en los bosques.
Ahora
que ya tienen una pequeña idea de Goa, les voy a dejar dos ítems de tener en
cuenta: Para todos aquellos que van a permanecer más de un mes es aconsejable
comprar una prestigiosa moto, Royal Enfield, usarla y cuando se marchan
revenderla. (Maniobra muy simple). El segundo ítem se divide en varios puntos y
es de incumbencia de todos. Cuidado porque el destilado de las marcas locales
es muy malo y con una elevadísima graduación alcohólica. Cuidado también porque
a pesar de la abundancia las drogas no son legales y no quiero que por intentar
sacar las vacaciones gratis caigan en una cárcel de la India que, además, son
de las peores. Cuidado, otra vez, porque muchos de los ácidos que se distribuyen por allí están
preparados por verdaderos científicos locos que utilizan de banco de prueba —nunca
mejor que ahora llamarles conejitos de India— a los incautos que los consumen. Ahora
sí, vayan sean felices y sobre todo regresen.
Bombay / Mumbai
Es
la ciudad más poblada de la India y el lugar donde aparecen las imágenes más
impactantes de las diferencias sociales. Es común ver en los barrios más
acomodados a los nuevos ricos conducir
Lamborghini y en otras zonas ver gente que vive en condiciones infrahumanas. Hospedarnos
aquí suele costar entre 3 y 4 veces más que en otro sitio. No hay duda que la
capital económica de la India es muy interesante, pero también es cara, caótica
y complicada, entonces, para hacer empequeñecer al máximo mi permanencia: en la
mañana subí a un taxi y le pedí que me lleve a recorrer la ciudad. El paseo me condujo a ver la puerta de la
India y el Taj Mahal Palace Hotel; este último, más tarde (en el año 2008) sufrió
un terrible ataque terrorista que causó importantes daños. Vimos otros lugares
y terminamos el recorrido en la famosa zona de luces rojas de la ciudad. El
lugar donde desde hace generaciones se practica este oficio integrado al barrio
condena a las jovencitas, siendo nietas e hijas de prostitutas, a comenzar en
el oficio desde muy pequeñas. Basuras del ser humano.
De
noche la playa más popular se puebla de gente que atrae vendedores y entre todos
crean un ambiente hechicero sobre una franja de arena ubicada entre los
destellos de las luces de los lugares de óseo y la oscuridad profunda del mar Arábigo.
En este viaje el autor iba buscando escenarios para utilizar en su siguiente libro que después fue publicado bajo el nombre: “El Último Inmortal”. Este junto a los nueve restantes que forma su colección lo podéis recibir gratis en formato e-Book.
Los títulos los van a encontrar en www.diegosiciarelli.com (este enlace les lleva) y debajo en el panel de mensajes es necesario dejar una dirección para que el ejemplar sea enviado de inmediato.
Saludos cordiales desde la secretaría del autor.
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