Debe
su nombre al Río Senegal, que marca la frontera, este y norte, del país.
Aquí empezó mi primer viaje por África negra que abandoné después del segundo
intento de asesinato. Ver el enlace para conocer la historia.
De todos modos, no guardo rencor hacia la tierra o sus pobladores, son reglas del juego que me empuja a conocer el mundo.
De todos modos, no guardo rencor hacia la tierra o sus pobladores, son reglas del juego que me empuja a conocer el mundo.
Después
de este desafortunado primer paso, regresé, un puñado de veces y recorrí a
placer el sur del desierto del Sahara.
Les
comento que estos territorios son muy difíciles, y que de ninguna manera tienen
que viajar solos y mucho menos cuando llevan algún tipo de equipaje. La mejor
manera es llegar a un campin y allí conseguir transporte para unir destinos. Camiones
y coches, todoterreno, gratis, o por algún dinero, siempre llevan pasajeros. También
hay compañías que ofrecen recorridos seguros sobre camiones, ofrecen paquetes
de excursiones; proveen todo lo necesario para preparar la comida y alojamiento
en tiendas de campaña.
Mapa (en África subsahariana no es necesario recorrer todas las ciudades porque en muchos casos incluso cuando atravesamos fronteras no cambia nada)
Mapa (en África subsahariana no es necesario recorrer todas las ciudades porque en muchos casos incluso cuando atravesamos fronteras no cambia nada)
Volviendo
a mi experiencia en Senegal; recuerdo que no traía vacuna contra la malaria,
porque ¿Equivocado o no? Nunca la llevo y al salir del aeropuerto me atacaron
miles de mosquitos.
Apenas
más tarde, al llegar a la ciudad, era como que las moscas tomaban el relevo.
¡Qué feo! Es ver a la gente, y en especial a los niños, con estos insectos
recorriendo sus parpados, los labios y otras partes del cuerpo. Allí vi también
muchos leprosos; a la gente de color esta enfermedad no solo le va llevando
partes del cuerpo, sino que los pone de un color blanco que es realmente
impresionante.
En
Dakar, compré una billetera de lagarto que me acompaña en todos mis viajes, y
también compré collares hechos con pequeños cristales venecianos, (muy bonitos)
que servían de moneda de cambio para comprar esclavos.
Con los cristales que hoy forman collares que aparecen en la imagen de la izquierda se compraban esclavos. (Sin palabras)
Con los cristales que hoy forman collares que aparecen en la imagen de la izquierda se compraban esclavos. (Sin palabras)
Vi
que en la costa había buena faena de pesca, visité la isla de Gorée ubicada
frente a la misma Dakar, que durante más de tres siglos fue el sitio más
importante del tráfico de esclavos y hoy es Patrimonio de la Humanidad.
Además
de todo eso, disfruté de algunos mercados, fue un placer ver un puñado de
edificios coloniales, conocer algunas muchachas muy bonitas y estar en contacto
con una naturaleza prodiga.
Imágenes de mi visita a Dakar
Imágenes de mi visita a Dakar
A
cinco horas, de autobús, en dirección norte, muy cerca de la frontera con Mauritania,
encontramos a esta ciudad fundada sobre una isla en el año 1659, que fue la capital politica de la colonia francesa de esta parte de África. Hoy todavía conserva un aire de antaño y, por esa razón, forma parte del Patrimonio
de la Humanidad.
Ahora, para cerrar, como es mi costumbre, agrego un excelente documental.
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