Escocia

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En inglés: Scotland y en gaélico escocés: Alba; es el más nórdico de los países del Reino Unido y consta con un tercio del territorio de la isla mayor y alrededor de 800 islas pequeñas.

El lugar es mítico aunque el clima suele ser austero; recorría Europa en tren cuando llegué a este sitio donde es normal que los hombres lleven faldas. Mi primera parada fue Edimburgo donde me sorprendió, el ambiente juvenil y la alegría que encontré en sus bares y otros lugares de fiesta.

Pintura de Edimburgo
La ciudad capital de Escocia, cuyos distritos de “Old Town” y “New Town” son Patrimonio de la Humanidad declarada por la UNESCO, posee un catillo maravilloso y la Royal Mail o calle real que es fascinante. Otros de destacar son: “El puente del Norte” y “El Festival de Edimburgo”, pero reitero que lo mejor es el ambiente que se vive en la ciudad.
Foca (fauna del norte)
Después de Edimburgo, viajé hasta el Lago Ness —por el folclore del monstruo— y desde allí bajé para pasar por Glasgow, para luego dirigirme hacia Stranraer donde abordé un barco que me llevó a Belfast en Irlanda del Norte.
El este último tramo me llamó la atención, la gran cantidad de campos de golf ubicados sobre la playa y en todo el país la gran variedad de marcas de whisky que poseen sus bares —dos productos nacidos en Escocia—, aunque yo prefiero la vodka y también tengo que agradecer la buena calidad que encontré de esta bebida.

Hermoso documental del país



Mapa
Banderines amarillos: Inglaterra

Banderines rojos: Gales

Banderines azules: Escocia

Banderines verdes: Irlanda del Norte

Banderines lilas: Isla de Man


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