Filipinas

Manila, sin reyes ni leyes

Se aproxima la noche y el sol se desvanece frente a Manila. Sus últimos rayos oblicuos tiñen la atmósfera con una gama de rojos preciosos. Transeúntes despreocupados deambulan por el paseo buscando el fin de la jornada mientras las farolas dan vida a un malecón en armonía con sus sombras. Esta no es una de las ciudades más pulcras y la construcción desmedida no respeta costas, el paisajes o el verde. Este último, tal vez, el único capaz de entregar sosiego dentro de este verdadero embrollo. Los residuos son un problema y ni el más audaz de los peces, pasado de copas, se atreve a entrar en la bahía. En el sitio con mayor cantidad de habitantes por kilómetro cuadrado es difícil identificar el agua con el color celeste cuando los ojos están acostumbrados a verla negra. En el mundo los problemas creados por el tráfico se multiplican y de esa situación tampoco escapa la capital Filipina de la que se dice que:  "incluso si fuese un hormiguero tendría más sentido". 
Aquí la vida abe ser muy injusta y no hay habitaciones para todos. Sin recursos y con un promedio de seis hijos por familia no es fácil lograr los recursos necesarios para obtener un espacio. Por esa razón, los más decadentes llegaron a los extremos y se hicieron un espacio en el cementerio —no para morir— sino para vivir entre los muertos.


Pero el barranco todavía es más profundo y hay una cantidad importante de ciudadanos a los que ni siquiera les tocó ese tipo de suerte  y se encuentran en situación de nómadas urbanos. Estas personas durante las horas de luz recorren las calles en busca de algo… hasta que les sorprende la noche. Entonces exhaustos imaginan su vivienda y duermen en una acera hasta el nuevo día. Ver a los niños pedir, es duro, entender cómo sobreviven en esas condiciones imposible. Una familia, un ejemplo, a cada paso hay cientos. Un jovencito, demacrado, descalzo y muy sucio se acerca a un forastero con un vaso de plástico en la mano, unas pocas monedas reposan en el fondo, pero son tantos que necesitarían la donación de un banco. La gente que tira hacia adelante en esas condiciones pelea en dos frentes, contra la miseria de día y contra las ratas de noche. Siempre digo que hay pocas cosas que pueden llegar a sorprenderme y hoy corrijo: “Hay pocas cosas buenas que pueden hacerlo”. Esta historia pertenece a un cuadro de tristeza que nada, ni nadie podrá quitar de mi galería hasta que el mundo cambie, hasta que todos tengamos mejores posibilidades. ¿¡Qué iluso, verdad!? 

Una historia que conmueve

“Tres de la madrugada, un niño de pecho despierta y rompe en llanto. La criatura está apoyada en la acera y la familia duerme despreocupada pero un miembro se despierta; es una criatura frágil de no más de tres años. Se refriega los ojitos y no se pone de pie pero a  arrastras por el suelo llega al recién nacido, le levanta con esfuerzo y de rodillas entre sus brazos le acuna, la criatura vuelve a tener el calor que echaba en falta, gana sosiego y ahora sin cambiar de posición ella también va en busca de retomar el sueño.”

A pocos metros de aquí los bares y discotecas están a rebosar. Otra situación, otra realidad: “Alcohol y prostitución”. En esto hay que decir que el mundo es un tablero y los cuadros son todos los mismos. En barrios como Malate, todos los días son sábado y cascadas de cerveza recorren los vasos de los que llegan en busca de juerga. La sociedad está inmersa en un mecanismo y en época de vacas flacas, como la actual, las muchachas que hacen la vida reinvierten sus beneficios con la esperanza de que entre bebida y bebida aparezca una buena presa capaz de darle algo de alivio. La noche irradia cierto tono de frescura y locura. Los complejos quedan ocultos en una ciudad en la que todo vale, en la que todo es posible por un precio. Un amigo me dijo: “¿Y tuviste que ir tan lejos para averiguar eso? Es que aquí sobrepasa los límites. Está aclarando llegamos a un bar de la calle y vemos a bandas de mendigos desplegando trucos y mercadeo variado. Recorren las terrazas y se aproximan a las mesas. Pequeñas a distancia de hacerse señoritas se aproximan a los blancos, así llaman por aquí a los venidos de América o Europa. Ellos pasados de copas, ellas les acarician, entregan miradas y buscan ser cazadas como conejas cuando a su edad, a esa hora de la madrugada deberían estar en la cama para mañana despertar e ir a la escuela.
¿A qué escuela van estas niñas? ¿Y los miles que ellas representan?
¡Qué escenario! 
No estudian pero alguien ha hecho escuela en ellas, porque persuadir a su objetivo significa ayudar a su familia.
Hablamos de las niñas pero una importante cantidad de muchachitos hace lo mismo, yo creo –y es una opinión muy personal– que no son homosexuales pero se hacen para poder rasguñar algún dinero. 

Una muralla, un fuerte, edificios coloniales y la iglesia son la esencia de la vieja guardia. La ciudad es un ir y venir de contraste, el colorido, la oscuridad, la belleza, la tristeza, el amor y el desprecio. Todas estas situaciones crean un cóctel de sensaciones, una droga capaz de hacer interesante a Manila. Del infierno al paraíso sin fronteras, dentro de la capital hay otra ciudad que lleva el nombre de Makati y es el corazón cultural y financiero de este territorio formado por más de siete mil islas. Las torres llegan al cielo mientras que en el suelo abundan los parques, las plazas y tantas flores, el sitio es realmente bello. 

Esta es una reseña frágil, sostenida por un golpe de ojo. Aquí la vida te sonríe o traiciona y la gente actúa en consecuencia porque Manila es tan solo otro de los escenarios donde el show debe continuar.

Era de día  cuando una  la niebla llegó desde el Oeste, pasó por debajo de puente,  lo envolvió  por completo y por un momento lo convirtió en un sitio fantasma. Entonces el clima cambió y el frio se adueñó de la ciudad. Del otro lado continuaba la calle con agua-barro enriquecida con caucho que deja el tráfico. En esas condiciones unos travestís que batallaban en minifaldas y tacones gateaban detrás de cada cliente en potencia que pasaba. ¡Qué triste!
Baño público a pasos del Paseo Marítimo
Donde los absurdos son insuperables, es increíble que los peores ejemplos lleguen de la mans de las  autoridades. Aquí, algún genio ordeno colocar baños en las aceras sin ningún tipo de descarga, para que la gente lo haga, y allí quede para dar vergüenza.

De todas maneras jamás diría que no a una invitación para visitar Manila. Cuando uno escribe puede ser Dios o el Diablo, por lo general no soy tan critico pero este es un trabajo que empezamos con Karlos, un amigo fotógrafo y sin querer las letras cogieron una dirección inesperada pero muy real.

Filipinas es muy interesante y para florecer a este país encantador voy a abandonar la capital en busca de buenas nuevas.  


¿No sé si con el cambio vamos a gana, perder o salir derechos? Jusguen ustedes.
Realmente, lo que se conoce como "Ángeles" es una calle  que personalmente me atrevo a descrivir como el Strip de Las Vegas en versión filipina. 

Todo empezó en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, con la vieja base aérea americana de Clark, hoy transformada en aeropuerto internacional. 
Las guerras necesita muchos soldados y los pobres un poco de divertimento que como es lógico pagan con dinero. Clientes y dinero ayudaron a construir una ciudad más allá de  los límites. Les aseguro que el lugar fue y es el mismo infierno donde todos los amigos del Diablo se la pasan bomba, estoy escribiendo a 15000 kilómetros de distancia del sitio  buscando la formula para adelantar mi próxima visita. Cuando les dije fue, me refiero a que la base que propició la diversión ya no existe, y ni falta que hace porque una juerga descomunal y 10000 muchachas garantizan la llegada de clientes de todas partes. Algunos se instalan en ese kilómetro de extensión y entre trago y trago desgastan la vida.


Volcán Mayón
Siguiendo hacia el Norte encontramos el volcán Mayón, donde los más audaces pueden intentar la escalada de la cima. 
Hay mucho que ver y que nadie se detenga porque más adelante nos esperan  las increíbles terrazas de arroz de Bananue con más de 2000 años de antigüedad.
Terrazas de Bananue
Filipinas es muy extensa. 
En mi primera visita, hace más de 2 décadas disfrute mucho de Puerto Galera, una ensenada natural antiguo escondite de piratas. Hoy el sitio sigue siendo bello pero quien lo recuerda de aquella manera ya a su corazón no le llega. 

AL sur de Palawan capital de la isla de Puerto Princesa, encontramos "El Nido", un paraje de majestuoso formado por 45 islotes, diamantes de nuestro planeta. Aquí donde las islas han adquirido forma de esculturas, donde las playas recónditas son una belleza y el silencio es música para el alma hay importantes santuarios submarinos, no falta la fiestecilla y los colores de cielo son únicos. 

El Nido
En este combo de felicidad y tristeza; de belleza y pobreza fata la isla de Boracay, porque desde mi punto de vista ella es la representación del paraíso en la Tierra y por esa razón  le voy a dedicar toda la próxima entrada.  Y no se preocupen porque la van a encontrar en el panel de la izquierda a tan solo un click de distancia.


Puerto Galera en mi primera visita a Filipinas
Imagen de mi segundo viaje a esta tierra maravillosa
Otra foto de otros tiempos
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Ya es muy tarde, entonces, de momento no me queda  más que    agradeceros por  la visita a este blog que para seguir creciendo necesitael el apoyo de todos ustedes. 


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